El estado emocional de niños y adolescentes post pandemia preocupa a psicólogos infantiles y pediatras. El confinamiento, las clases online, el contacto reducido con amigos y compañeros de estudio, así como las limitaciones para jugar en grupo son cambios que han tenido que enfrentar y que, si bien es cierto que los niños y jóvenes son resilientes y se adaptan a las situaciones nuevas, quizá más rápidamente que los adultos, las consecuencias a largo plazo están aún por descubrirse.

Los niños aprendieron que deben usar mascarillas, que el contacto físico es peligroso, sus padres les explicaron que los besos y abrazos están prohibidos y el resultado, según los especialistas, es “hambre de piel”. Esto tiene múltiples consecuencias a nivel psicológico: aumento del estrés, alteraciones del sueño y debilitamiento del sistema inmune.

Por otra parte, entre los adolescentes se incrementó el uso del teléfono celular, tablets y juegos en línea, ocasionando un distanciamiento social inclusive dentro del núcleo familiar, y también la pérdida de las habilidades sociales para relacionarse con los demás. 

En esta etapa es muy importante la pertenencia a un grupo y compartir actividades recreativas con sus pares, y todas esas experiencias se han visto limitadas durante un largo período de tiempo. Como consecuencia, han aumentado los casos de depresión y ansiedad, por que el estado emocional de niños y adolescentes se ha convertido en objeto de estudio por parte de psicólogos y especialistas en la materia.

3 señales a las que debes prestar atención↓↓↓

Los psicólogos infantiles recomiendan a los padres que estén atentos a las siguientes conductas:

1- Algunos niños querrán volver a dormir con los padres, tendrán rabietas. Otros mostrarán irritabilidad, ansiedad, serán desobedientes, se pelearán constantemente con los hermanos, pedirán comida a todas horas o les costará dormir.

2- Los adolescentes están en una etapa de por sí compleja, por lo que deben preguntarles cómo se sienten. Es importante que hablen de sus sentimientos y dejarles saber que todos los sentimientos son válidos, la alegría, el miedo, la frustración, la tristeza, pero sobre todo asegurarles que estarán siempre para apoyarlos y escucharlos.

3- Los padres también deben cuidar su salud mental ya que el bienestar de los hijos pasa primero por el bienestar de sus progenitores. Cuanto mejor estén emocionalmente los padres mejor estarán sus hijos.

La pandemia, sin duda alguna, se ha vuelto un condicionamiento social y cultural muy importante en nuestra sociedad. Para conocer a fondo sobre este tipo de condicionamientos, visita nuestra sección Recursos donde hemos dispuesto para tí, de manera gratuita, las investigaciones consultadas por el FEO (Founder/Executive Officer) de Yosiento, Guillermo Ricken, al momento de escribir el libro sobre los condicionamientos  “Tú no eres libre… ¡y no importa!”.